lunes, 24 de febrero de 2014

http://www.youtube.com/watch?v=3_DvmimW5Dg


http://www.citytv.com.co/videos/2247/


Ingrid Adriana Espitia Beltrán

Mujeres aseadoras de buses de trasmilenio.

El cuidado, desde Molinier (2012:25) retomando la definición de Toronto y Fischer, es una actividad en concreto que  hace parte de la especie humana e incluye todo lo que se realiza para mantener nuestra vida, nuestro entorno, el mundo y todo lo que en él se encuentra lo mejor posible. Estas actividades no solo en marcan un aspecto de nuestra vida sino que existen diferentes trabajos del cuidado como la limpieza,  alimentación,  prestación de servicios y demás que diariamente vemos que hacen parte de nuestro cuidado como seres dependientes y relacionales.

El ejemplo presentado anteriormente en los videos, permite evidenciar estas actividades del cuidado en diferentes ámbitos: en el núcleo familiar y el cuidado de los hijos e hijas, y el cuidado de los buses de trasmilenio para el servicio de los usuarios. Esta última actividad, el servicio de aseo, es un empleo que es catalogado como parte de lo femenino, en la medida que la mujer lo puede llevar a cabo de mejor manera y, la delicadeza, obediencia, el servicio y aceptación de posiciones subordinadas son características atribuidas a la mujer (Romero. 2011:260) razón por la cual comúnmente las mujeres se dedican a labores del aseo. El cuidado, desde la actividad del aseo de buses de trasmilenio,  permite pensarse entonces  en la posición de la mujer como aseadora con ciertas características específicas y adecuadas para el cargo que involucran un compromiso y rol conforme este cargo.

Es interesante ver el énfasis que las noticias le hacen al papel de la mujer como madre y cabeza de hogar, pues allí se pone en tensión el rol de la mujer como madre cabeza de hogar y empleada. Como asegura Carranso (2001:15)  existen diferentes tiempos dedicados a ciertas actividades: el tiempo de ocio, tiempo de necesidades personales, de trabajo y de trabajo familiar domestico. En este ejemplo vemos que el tiempo que estas mujeres dedican a sus hijos e hijas es indispensable, razón por la cual el trabajo de aseo de buses se ajusta a dicha necesidad. En este sentido estas mujeres se encuentran entre el tiempo domestico y tiempo de trabajo, siendo el cuidado de sus hijos e hijas parte importante dentro de sus actividades diarias y su responsabilidad de madre.

 Así mismo, me parece importante tener presente la hora de trabajo de estas mujeres y como este tipo de trabajo pasa por el cuerpo y los uniformes utilizados por ellas. El horario laboral de 9:00 P.M a 6:00 A.M permite realizar muchas actividades en el día, sin embargo puede considerarse un aspecto de precariedad en el sentido que las condiciones como la lluvia y el trasnocho influye en su bienestar y salud. En cuanto al uso de uniformes, vemos que su función es proteger al personal pero también permite identificar y uniformar al grupo de hombres y mujeres respecto a otros personales como conductores y conductoras o personal administrativo, por tanto la vestimenta  se convierte en una forma de diferenciar y categorizar las personas respecto a su cargo laboral.

Esta noticia me parece un ejemplo adecuado para pensar el cuidado desde una actividad como el aseo dentro de un entorno poco habitual para las mujeres, dado que el lavado de carros en Bogotá, comúnmente, es atribuida a los hombres. Este contexto permite pensar en la presencia de la mujer en espacios considerados habitualmente masculinos y el énfasis que la noticia muestra en su labor de limpieza de buses, pero también madre y estudiante, nunca olvidando que su tarea más importante es ser madre y cuidar de quien lo necesita.

Referencias:
Molinier, P. (2012). El trabajo de cuidado y la subalternidad.: Escuela de Estudios de Género. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.

Castro Romero, V. N. (2011). El trabajo de cuidado y las mujeres aseadoras de la Universidad Nacional de Colombia. In L. G. Arango Gaviria & P. Molinier (Eds.) El trabajo y la ética del cuidado (La Carreta., pp. 257–273). Medellín.


Carrasco, C. (2001). La sostenibilidad de la vida humana: ¿Un asunto de mujeres? Mientras Tanto, (82), 43–70.

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