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Ingrid
Adriana Espitia Beltrán
Mujeres
aseadoras de buses de trasmilenio.
El cuidado, desde
Molinier (2012:25) retomando la definición de Toronto y Fischer, es una
actividad en concreto que hace parte de
la especie humana e incluye todo lo que se realiza para mantener nuestra vida,
nuestro entorno, el mundo y todo lo que en él se encuentra lo mejor posible. Estas
actividades no solo en marcan un aspecto de nuestra vida sino que existen
diferentes trabajos del cuidado como la limpieza, alimentación,
prestación de servicios y demás que diariamente vemos que hacen parte de
nuestro cuidado como seres dependientes y relacionales.
El ejemplo presentado
anteriormente en los videos, permite evidenciar estas actividades del cuidado
en diferentes ámbitos: en el núcleo familiar y el cuidado de los hijos e hijas,
y el cuidado de los buses de trasmilenio para el servicio de los usuarios. Esta
última actividad, el servicio de aseo, es un empleo que es catalogado como
parte de lo femenino, en la medida que la mujer lo puede llevar a cabo de mejor
manera y, la delicadeza, obediencia, el servicio y aceptación de posiciones
subordinadas son características atribuidas a la mujer (Romero. 2011:260) razón
por la cual comúnmente las mujeres se dedican a labores del aseo. El cuidado,
desde la actividad del aseo de buses de trasmilenio, permite pensarse entonces en la posición de la mujer como aseadora con
ciertas características específicas y adecuadas para el cargo que involucran un
compromiso y rol conforme este cargo.
Es interesante ver el
énfasis que las noticias le hacen al papel de la mujer como madre y cabeza de
hogar, pues allí se pone en tensión el rol de la mujer como madre cabeza de
hogar y empleada. Como asegura Carranso (2001:15) existen diferentes tiempos dedicados a ciertas
actividades: el tiempo de ocio, tiempo de necesidades personales, de trabajo y
de trabajo familiar domestico. En este ejemplo vemos que el tiempo que estas
mujeres dedican a sus hijos e hijas es indispensable, razón por la cual el
trabajo de aseo de buses se ajusta a dicha necesidad. En este sentido estas
mujeres se encuentran entre el tiempo domestico y tiempo de trabajo, siendo el
cuidado de sus hijos e hijas parte importante dentro de sus actividades diarias
y su responsabilidad de madre.
Así mismo, me parece importante tener presente
la hora de trabajo de estas mujeres y como este tipo de trabajo pasa por el
cuerpo y los uniformes utilizados por ellas. El horario laboral de 9:00 P.M a 6:00
A.M permite realizar muchas actividades en el día, sin embargo puede
considerarse un aspecto de precariedad en el sentido que las condiciones como
la lluvia y el trasnocho influye en su bienestar y salud. En cuanto al uso de
uniformes, vemos que su función es proteger al personal pero también permite identificar
y uniformar al grupo de hombres y mujeres respecto a otros personales como
conductores y conductoras o personal administrativo, por tanto la
vestimenta se convierte en una forma de
diferenciar y categorizar las personas respecto a su cargo laboral.
Esta noticia me parece
un ejemplo adecuado para pensar el cuidado desde una actividad como el aseo
dentro de un entorno poco habitual para las mujeres, dado que el lavado de
carros en Bogotá, comúnmente, es atribuida a los hombres. Este contexto permite
pensar en la presencia de la mujer en espacios considerados habitualmente masculinos
y el énfasis que la noticia muestra en su labor de limpieza de buses, pero también
madre y estudiante, nunca olvidando que su tarea más importante es ser madre y
cuidar de quien lo necesita.
Referencias:
Molinier,
P. (2012). El trabajo de cuidado y la subalternidad.: Escuela de Estudios de
Género. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.
Castro
Romero, V. N. (2011). El trabajo de cuidado y las mujeres aseadoras de la
Universidad Nacional de Colombia. In L. G. Arango Gaviria & P. Molinier
(Eds.) El trabajo y la ética del cuidado (La Carreta., pp. 257–273). Medellín.
Carrasco,
C. (2001). La sostenibilidad de la vida humana: ¿Un asunto de mujeres? Mientras
Tanto, (82), 43–70.
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