A la luz de toda la movilización social que se estamos viviendo, a propósito del curso quiero llamar la atención sobre, lo que creo, se constituye como un espacio de cuidado. Las marchas y protestas que se han presentado a consecuencia del paro nacional se pueden pensar como un lugar o punto de encuentro de muchos cuidadores, los campesinos; y también como un espacio para cuidar. Esto es evidente para cualquiera de los que asistimos al curso de antropología de los cuidados, pero ¿cómo puede ser éste un espacio de cuidado?.
El velar, luchar y sentir los intereses, preocupaciones y alegrías de otros, también es una forma de mantener y sostener la vida. Ya que los seres humanos no sólo vivimos del funcionamiento armónico biológico de nuestro cuerpo, sino también de una dimensión afectiva que puede romper barreras muy sólidas, pero que no es tomada como un motor para generar alternativas a los medios convencionales de diálogo e interacción. Con esto me refiero a una imagen particular que vi en Facebook, y que me llevo a pensar que el cuidado también puede tener un principio revolucionador y generador de cambios que en su fundamento por sostener la vida, lo único que puede crear son beneficios y felicidad.
En esta imagen, como dice en el diario el espectador "lxs campesinxs del sector de la candelaria buscaron desarmar a los miembros de la policía-ESMAD", y no es una excepción, en todo el país el acto de comer se ha tornado en la alternativa para pensar otras formas de relacionarse con esta institución. Como le escuche a una señora en el transmilenio " Así quien va a reaccionar con violencia", si se reconocen unos a otros como seres humanos en igualdad de condiciones; con esta acción lxs campesinxs buscan más que satisfacer una necesidad de la gente de la policía. Hay muchos significados en este acto simbólico, están queriendo decir :
*Somos productores de alimentos, si tienes forma de mitigar el hambre es por nuestra labor en el campo.
*Tú tienes las mismas necesidades que nosotros y en ese nivel somos iguales, nuestra preocupación es tuya y viceversa.
* Con las armas y los malos tratos te desgastas tú y nosotros también, dejemoslas a un lado.
* Tenemos interés en tu bienestar por ello te ofrecemos alimento.
Con esto podemos ver en el trabajo de cuidado, en el marco del paro nacional, una forma de resistir y de mostrar que el amor (como lo mencionaba Laura) tiene mucho más poder que la violencia, y que sólo basta atreverse a dar, para ver sus efectos.
Pero bueno y ¿por qué es trabajo de cuidado? Pues a pesar de que sabemos que esta propuesta es realizada en el paro nacional, por muchas de las asociaciones campesinas del país, tan sólo son visibilizadas unas tres (por mucho), y no se preguntan ni se abordan las implicaciones y repercusiones que tienen estos actos de compasión, tolerancia y amor. En el noticiero no dicen: " tenemos como invitado al analista social, que nos va a explicar qué se pone en juego con las formas alternativas de protesta", los analistas que se presentan son para evaluar cuestiones políticas (en el sentido convencional del término),económicas y sociales también pero relacionadas a las anteriores y no refieren a personas o nombres concretos sino a instituciones y gremios.
De otro lado sabemos que cuando cualquier persona sale a marchar, eso jamás en pagado por parte d euna empresa o institución de orden laboral, si claro se presenta como un derecho pero vaya a marchar y le descuentan el día de su salario o jornal. En esta medida la labor de protesta no es remunerada económicamente (en unos pocos campos quizá es reconocida socialmente) y aquí en Colombia por el contrario es tachada y señalada de revoltosa, desordenada, vándala y destructora. Debido a la posición social (y económica) que ocupan la mayoría de aquellos que marchan por condiciones más justas; son los oprimidos, vulnerados, desplazados, explotados, ignorados, etc. Y por último a quién se le ocurriría marchar solo, en estas manifestaciones las relaciones que se establecen con los pares son dependientes, empezando por la causa y la experiencia que los une, y que es la que hace que unos a otros se necesiten como una forma de narrativa colectiva que da fuerza a sus peticiones y quejas.
Si uno mira las razones por las que se constituye en un trabajo de cuidado surgen demasiadas, y es evidente que forman una cadena; es decir que una deviene, depende e intersecciona en las otras. Finalmente todos sabemos que la labor diaria del campesino en la tierra es de cuidado, y que ésta se ve reflejada en la diversidad de cosas y alimentos que consumimos en nuestra mesa, que si bien no tienen una etiqueta o voz que dice: "fui producido por un campesino" " puedes comer gracias a él", sabemos que es precisamente por ello que nos alimentamos ( pero ya sabemos que éste carácter invisible hace parte del del trabajo de cuidado). Pero lo que me interesa es llamar la atención sobre el cuidado que ejercen los campesinos fuera de la tierra, y más aún sobre el potencial revolucionario del mismo, el cual se hace presente aunque no visible en todo momento.