martes, 25 de marzo de 2014

Ingrid Adriana Espitia Beltrán

Los “minimercados”

El día sábado 22 de Marzo de 2014, mientras realizaba el mercado para mi casa pensaba en la presencia de los “minimercados” o plazas pequeñas que se encuentran en el barrio donde vivo y la importancia de las mismas en mi vida diaria. Estas plazas o “minimercados” se encuentran ubicados aproximadamente a 4 cuadras de mi apartamento y tienen diferente surtido de alimentos como frutas, legumbres, carnes, vegetales, carnes frías y quesos. Uno de estos “minimercados” se llamada “Surtifruver” y se encuentra dividido en: la sección de carnes, de frutas y verduras, y la sección de carnes frías, quesos y productos a base de leche. Allí es el lugar donde consigo la mayoría de alimentos que estoy buscando y me es más sencillo comprar en este lugar pues encuentro lo que necesito.

Mi relación con este lugar es de dependencia y practicidad a la hora de ir a comprar alimentos, pues me permite tener productos a la mano e ir al lugar con la confianza de que encontrare lo que necesito. Si bien es cierto, que yo no soy la persona que cultiva estos alimentos, ni conozco de que lugar exacto vienen, desde mi experiencia, existe una relación dependiente entre lo que compro, el lugar donde lo compro, y mis necesidades como persona.  Puig de la Bellacasa, nos hace ver, desde las acciones cotidianas como se es persona con otros u otras, con lo humano y lo no humano (2010:152). En este caso lo que soy configura lo que compro y donde lo compro, pues lo no humano, siendo esto productos orgánicos, son esenciales para mi vida diaria y me permiten llevar a cabo mis actividades cotidianas.

La dinámica de estas plazas consiste en entrar y elegir lo que se necesita y la cantidad que cada persona deseé, a diferencia de los supermercados como Carulla o el Éxito, donde muchas veces la frutas  y verduras vienen empacadas en paquetes con cantidades especificas.  El hecho de estar en contacto con lo que se va a comprar y poder elegir el numero de productos y alimentos que se van a consumir es para mí importante. Desde mi experiencia comprando en almacenes de cadena, veo que la comprar de alimentos y la elección de los mismos es más utilitarista y superficial, pues no hay un contacto directo con la mayoría de productos, al venir empacados con cantidades específicas, y muchas veces todo es homogéneo y no da pie a la elección a la hora de consumir.

Estos “minimercados”, desde mi experiencia diaria, son para mí una especie de Nowtopia, en el sentido que  se pueden pensar como una resistencia a dinámicas globales y capitalistas (Carlsson y Manning 2010:931) de las cuales hacen parte los almacenes de cadena.  Estos autores hablan del término Nowtopia,  desde la creación de redes en comunidad que permiten llevar a cabo un proceso de emancipación frente a la economía capitalista y sobrevivir por medio de la revolución, a partir de prácticas cotidianas específicas y colectivas (2010:949-950). El hecho de ir a comprar allí diariamente y ver que otras personas también lo hacen, es hacer frente a estos almacenes como Carulla que no permiten que el mercado campesino siga en pie ni que estos “minimercados” continúen abasteciendo a personas que vivimos en la capital.

En este caso, el hecho de ir y comprar, de saber que se está comprando y donde se está comprando (en “surtifruver” o Carulla) permite pensar en el cuidado desde dos ejes;  el cuidado del hacer y el cuidado situado en un contexto especifico, siendo estos dos principios del cuidado a los que Pulling de la bellacasa hace referencia cuando asegura que el cuidado necesita una práctica, una actividad concreta que teje relaciones de mutuo cuidado en las cuales el ser humano está inmerso(…) dicha actividad y relaciones del cuidado se sitúan de cierta forma según  un contexto especifico (2010:163-164).  En este caso, el ir y comprar a este “minimercado”  y elegir ciertas frutas o verduras permite construir un cuidado propio pero también colectivo,  en el sentido que estos mercados se fortalecen dentro de un contexto especifico en el cual todos y todas estamos inmersos,  siendo este (el contexto)  el mercado campesino y las redes de consumo a gran escala.

Bibliografía
Puig de la Bellacasa, M. (2010). Ethical doings in naturecultures. Ethics, Place & Environment, 13(2), 151–169.


Carlsson, C., & Manning, F. (2010). Nowtopia: Strategic Exodus? Antipode, 42(4), 924–953. doi:10.1111/j.1467-8330.2010.00782.x

1 comentario:


  1. Me parece que haces una buena relación entre el tema del cuidado y la comida que consumimos diariamente, el tema de "surtifruver" es bastante interesante porque muestra la relación, como tu lo dices, de dependencia que muchos de nosotros generamos con estos lugares que nos proveen el alimento.

    Hubiera sido interesarte ver un poco la historia de "surtifruver". Me puse a averiguar un poco sobre ello y me encontré que el dueño de este minimercado es un joven Huilense, que se crió en una familia de agricultores que tuvieron que salir de sus tierras como víctimas del desplazamiento forzado.

    Seguramente el haber averiguado un poco más acerca de la historia de "surtifruver" te hubiera arrojado datos interesantes para poder relacionar este tema con el asunto del cuidado.

    Igualmente a pesar que no hablaste mucho acerca de la historia de este lugar, se puede ver en tu escrito que tienes claro que el hecho de comprar en un minimercado colombiano es una manera de generar una consciencia clara con respecto al consumo cuidadoso de los alimentos.

    En cuanto a esto, Puig de la Bellacasa nos afirma que " El nuevo compromiso de los regímenes biopolíticos es comprometerse con las prácticas personales ordinarias considerándolas como parte de un colectivo" (Puig de la Bellacasa, 2010: 156). Es claro que la práctica que nos relatas en tu comentario tiene que ver con una práctica personal que está pensada y realizada dentro de un colectivo, tu con tu acto estas pensado más allá de ti, estas pensando en apoyar la agricultura, el comercio, la economía Colombiana, el campesinado colombiano, los empresarios colombianos.

    Finalmente, con respecto a la dependencia que creamos con estos lugares, me gusta el hecho que tu dependencia hacía este lugar se haya vuelto un asunto político consciente y que le hagas un crítica a la dependencia que generamos con lugares como “Carulla” que nos alejan de una responsabilidad y consciencia ambiental y social que debíamos tener los colombianos con respecto a nuestro consumo alimenticio.

    BIBLIOGRAFÍA

    1. Puig de la Bellacasa, M. (2010). Ethical doings in naturecultures. Ethics, Place& Environment, 13(2), 151–169. doi:10.1080/13668791003778834

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