lunes, 12 de mayo de 2014

Alexandra Merienne

Antropología Forense: actuar y pensar con precaución


Hace unos días encontré un video acerca del trabajo de reconstrucción e identificación de N.N narrado por la antropóloga forense Alejandra Quevedo quien trabaja en la Fiscalía General de la nación. Su trabajo se desarrolla en Cali una ciudad de rumba, de arte y de muerte en la que los fines de semana el número de muertes violentas se incrementa.

Esta antropóloga narra su trabajo a partir de la muerte y la violencia pues son estos dos elementos los que explican su intervención en aquellos restos humanos a los cuales les devuelve su historia y su identidad. Asegura que su trabajo es el encuentro entre la muerte y la vida y que la finalidad de su trabajo está dirigido explícitamente para la vida. En sus propias palabras:   

"La mayoría de los trabajos que se hacen cotidianamente, 
en el ir y devenir son a partir de la vida, son para la vida.
 El arquitecto construye, el educador forma,
 todo es para la vida y a partir de la vida, 
del movimiento, del dinamismo, del olor.
Este método de la Antropología Forense
 al que yo me dedico
es a partir de la muerte
intentar
más que dar vida 
devolver identidad"

(Alejandra Quevedo
Rastros y Rostros)

Este video lo relacioné con el texto "Working with Care: Experiences of Invisible Women Scientists Practicing Forensic" en el cual se describe el trabajo de la identificación de víctimas y las pruebas de paternidad que son realizadas en los laboratorios por mujeres científicas. Este me hizo evidenciar las prácticas y la ética de cuidado con las que trabajan estas mujeres cuando intervienen en los cuerpos y así mismo el compromiso que se tiene por hacer justicia.

"Y es que no es un favor que se le pide al Estado ni a la vida, es un derecho. La identidad es un hecho y un derecho" (Alejandra Quevedo)

El trabajo de cuidado y de compromiso de estas mujeres busca como finalidad la reparación tanto de la memoria de las víctimas como de sus familias y seres queridos. Este hecho lleva a que esos haceres forenses de tocar, manipular, preservar, mantener, pensar y resolver se vean afectados por sus emociones y sus sentimientos. Más sin embargo la culminación de estos trabajos genera una gran satisfacción al lograr sentir la utilidad de sus trabajos. 


"When I have many of these cases, I pray to God to make me an instrument of justice. 
To help me get the truth.’ 
Thus, in the daily reality of their work, 
the challenge is not only technical, 
but painfully emotional,
 as well as highly gratifying. "
( Perez,   )

El trabajo en la antropología forense requiere de un actuar con precaución, no sólo porque si la embarras las muestras pueden dañarse y tu podrías terminar en un problema jurídico, sino también porque se trata de la vida y la historia de una persona que por una variedad de razones ha sido reducida a ese cuerpo que tienes en las manos y que ahora clama por justicia para poder irse tranquilamente. 
Es por todo esto que el cuidado de pensar, de tocar y de sentir son parte fundamental de este quehacer.  

Esto me hizo pensar en la manera en que cuidamos de nuestro trabajo y de nuestros que-haceres en cuanto a las acciones de observar, tocar, pensar y sentir. Desde la Antropología siempre se está analizando la manera en cómo observamos, cómo intervenimos y nos relacionamos y así mismo qué sentimos de aquella experiencia. Me parece muy valioso e importante reflexionar acerca de esto, en clase cuando hablamos del afán antropológico sentí que muchas veces me he dejado invadir por él y he descuidado muchos elementos que podrían afinar mis conversaciones y relaciones con quienes comparto saberes. Dejemos tanto afán y cuidemos de nuestras palabras, de nuestros tactos no caigamos en la negligencia, actuemos con precaución.

Video: https://www.youtube.com/watch?v=onXvFjwd7fE

No hay comentarios:

Publicar un comentario