lunes, 5 de mayo de 2014

Cuidado de Objetos


El cuidado de los zapatos: Embellecer el calzado o darle una segunda vida

“Tengo mi casa en un zapato
 
zapato viejo y de rebaja
Tengo mi casa en un zapato
que me la hizo un Zapatero
Te quiero más que a mi zapato viejo
zapato viejo”

(Canción ManuChao)


Las personas caminan y caminan con sus zapatos viejos o nuevos. Se movilizan por las calles de la ciudad gris. Caminamos por el cemento, por los parques de pasto verde y por pisos brillantes de mármol o madera. Caminas con rápidez o con lentitud, todo depende del ánimo, del tiempo y del ritmo que lleves. En la ciudad se camina con zapatos y es por eso que allí encontrarás toda una variedad de zapatos de colores, tamaños, adornos, materiales y usos diferentes. Caminas y tus zapatos se adhieren a tus pies, se transforman con tus pasos y se deforman con tu caminar chueco.
how we wear one another and how we wear out.”
(Minddleton, 2012:8)
Todos los días miles de zapatos caminan por las calles de Bogotá. Pensando en el cuidado de las cosas nos causó curiosidad investigar qué sucede con estos objetos. Nos preguntamos entonces cómo se cuidan los zapatos, qué cuidados se les pueden dar y qué alternativas existen para prologar la vida y el tiempo de estos. Para encontrar respuestas a nuestras preguntas decidimos caminar con nuestros zapatos por varias calles de la localidad de Chapinero de Bogotá. En el camino nos topamos con dos alternativas y caminos específicos para el cuidado y el uso de zapatos. El primero se refiere a las prácticas de los lustrabotas quienes con sus manos embellecen los zapatos, y la segunda las prácticas que se generan en torno a la compra-y-venta de zapatos usados.  En el primero es precioso evidenciar las prácticas por cuidar, reparar y mantener mientras que el segundo se basa en darle una segundo ciclo de uso al calzado con lo cual ambas prácticas desafían las leyes de la obsolescencia programada.  


Embellecer el Calzado


“¿Sabe cuál es el colmo de un embolador?
Que la mujer llegue a la casa
con los zapatos embolados
(Palabras de Guillermo, el lustrólogo)

En las prácticas relacionadas al cuidado de los zapatos, nos encontramos con el trabajo de los lustrabotas quienes “embellecen el calzado”. Conocimos a Guillermo, un hombre que se describe a sí mismo como un lustrólogo que estudia en la “universidad de la vida”. Este hombre tiene 72 años de los cuales 46 de ellos ha dedicado al trabajo de lustrabotas. Nos cuenta que siempre ha trabajado en la misma esquina:“Yo aquí soy el Rey de la cuadra, hasta tengo guardaespaldas”. Guillermo tiene una caja amarilla en la que se sienta y dentro de la cual guarda sus cepillos y betúnes, otra caja en la que se posan los zapatos y otra mucho más grande y alta en la que el usuario del zapato toma asiento.

Una de nosotras se decidió a lustrar sus zapatos, jamás lo había hecho pero se aventuro a tomar asiento, posó sus zapatos en el cajón que la separaba del lustrabotas y comenzó a conversarle. Lo primero que hizo Guillermo, el lustrabotas, fue pasar un cepillo por todo el zapato para quitarle el polvo de encima. Luego utilizó un betún incoloro, unas gotas de agua y cepillo cada zapatado. Enseguida tomó un betún café con gotas de agua y nuevamente cepillo. Para finalizar engraso de nuevo las botas con otra capa betún incoloró que la cual le dio un brillo reluciente. “Nunca vi brillar tanto mis zapatos como hoy.”

Guillermo nos contó que todos los días se le presentan zapatos para lustrar tanto de hombres como de mujeres: “la gente viene para que yo emebellezca sus calzados”  nos dice Guillermo con una sonrisa en la boca. Mientas conversamos con él aparecieron otros clientes quienes en menos de 5 minutos le daban un brillo a sus zapatos gastados. Otros se le acercaban a Guillermo y le pedían consejos para el lavado de sus zapatos de gamuza o de cuero, el les daba indicaciones y les ofrecía sus servicios. Así mismo fue inevitable no fijarnos en los propios zapatos de Guillermo, estaban usados sí, se les veía el desgaste, la deformidad, el de-colorido pero eso sí tenían ese brillo que Guillermo le da a todos los zapatos que pasan por sus manos.
  

FOTOGRAMA LUSTRADOR DE ZAPATOS:



Compra-y-venta de Zapatos usados



El otro camino que recorrimos nos llevó a visitar varios negocios de Chapinero bajo en los que se practica la compra-y-venta de zapatos usados. Alrededor sucedía algo curioso, una cuadra antes de llegar a los locales nos encontramos con unos zapatos tirados en el piso que llamaron nuestra atención y curiosamente encima de estos, en un cable de luz colgaban un par de zapatos. Tratamos de indagar sobre el significado pero no tuvimos respuestas concretas. Seguimos nuestro camino.

En  cada negocio que visitamos era posible encontrar una variedad de tipos de zapatos: botas, tennis, mockasines, zapatillas,sandalias, botines, tacones etc. Los zapatos se exhiben en repisas o canastos y los hay de todos los precios. Este, el precio, varía según el estado de uso que tengan los zapatos por lo que oscilan desde los 20mil pesos hasta los 100mil pesos. Los que tienen el precio más alto son “nuevos” según los vendedores, sin embargo es posible ver ya en sus suelas un uso precedente.

Algo que nos causó curiosidad fue el estado de limpieza en el que se venden estos zapatos. Algunos han sido desempolvados mientras que otros se ven bastante sucios y deseteñidos. Le preguntamos a uno de los vendedores sobre la limpieza de los zapatos y nos dijo “ ah no, eso sí te toca a ti limpiarlos” mientras que otro nos aseguro que sí los limpiaba y arreglaba. Tambien averiguamos sobre la venta de zapatos que allí se realiza. Según uno de los vendedores:

La gente viene  aquí a vender sus zapatos para no botarlos a la basura y también para hacerse la platica que hace falta, en vez de ir a la basura pasan a ser de otra persona que también los necesita más baraticos que los que venden en los centros comerciales que ahí sí le salen a usted bien caros.”



Fotograma  Camino a la compra-venta de zapatos:




Reflexión

Si reflexionamos acerca de la relación que se genera entre los humanos con lo no-humano, en este caso específico con los zapatos, es evidente que existen varias formas de usarlos. Algunos se preocupan por su imagén, por la distinción de su estatus por lo que cuidan el brillo de sus zapatos, otros preferimos pasar por “descuidados” y “caminantes” por lo que andamos con los zapatos llenos de barro, muchos otros cambian de zapatos todos los días mientras que algunos solo tienen un par.  Los zapatos son un bien material lo que nos explica:

“how our things might encourage us
to look after them and respect their materiality.”
(
Minddleton, 2012; 9)

Y así mismo es posible evidenciar que estos objetos tienen agencia y poder. Los zapatos hablan por sí solos, nos hablan de nuestros caminos, del cuidado que les damos, de distinciones, de la manera en que caminamos y de cómo nos envejecemos y nos deformamos con ellos. Por otro lado surge el deseo, porque estos objetos también nos seducen y esto se hace evidente cuando soñamos y deseamos tener un par de zapatos como esos que lleva tal persona.

“Things seduce the humans around them with their little-understood dominion of thing-power.”
(Edward, 2006; 10)



El otro punto importante en esta reflexión tiene que ver con cómo podemos desobedecer las leyes de la obsolecencia lo cual nos llevo a esos dos caminos que ejemplificamos anteriormente. El hecho de “embellcer” nuestros zapatos, de darles un mantenimiento y un cuidado generan una prolongación temporal de los zapatos. Así mismo el hecho de encontrar lugares en los que compran y venden zapatos usados nos da una idea de las resistencias que se pueden dar para re-usar y  reciclar estos objetos.

Sin duda alguna prolongar la vida de los zapatos, hacer que vivan más, requiere de esfuerzos y acciones relacionadas con el cuidado. A partir de esto se generan otras maneras de cuidar no sólo hacía nuestros zapatos sino al planeta tierra pues el consumismo, las leyes de la obsolencia y ese usar-y-tirar generan más basura, más contaminación, teniendo en cuenta además el poco cuidado ambiental y social que tienen las explotadoras fábricas masivas de zapatos. Es por esto que el cuidado de los zapatos puede incluso llevarnos al cuidado de la vida  y generar un manifiesto anti-catastrófico.

Admittedly, the challenges of making matter last will become more gripping over time but caring for things is a rewarding, non-confrontational and genuinely anti-catastrophic act.
It is common sense. It is art. It is a cautionary tale. It is a new materialist manifesto, ubicomp’s new mission to make nonhuman matter matter to humans.
(Minddleton,2012:19)
Bibliografía
  1. Edwards, C. (2006). “Home is Where the Art is”:: Women, Handicrafts and Home Improvements 1750-1900. Journal of Design History, 19(1), 1121. doi:10.1093/jdh/epk002

    Middleton, J. (2012). Long live the thing! Temporal ubiquity in a smart vintage wardrobe. Ubiquity: The Journal of Pervasive Media, 1(1), 722. doi:10.1386/ubiq.1.1.7_1 






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