En una conversación con un primo -que actualmente desempeña el cargo de asesor comercial del banco BBVA después de haber ejercito durante un tiempo la función de cajero- pudo compartir conmigo algunas experiencias que han caracterizado su trabajo hasta hoy.

Dichas experiencias vistas a la luz del cuidado, evidenciaron lo que mis presupuestos nunca hubieran hecho. Pues si bien las funciones bancarias desempeñadas por mi primo son vistas generalmente dentro de las lógicas de servicio al cliente o del buen trato por interés económico, ver un poco más de cerca su función y su desempeño me mostraron lo incompleto que era verlo de esa manera. Es decir, que aunque comúnmente se asocie la función bancaria a una labor bien remunerada y tal vez con un gran interés económico de fondo, me di cuenta que muchos de estos presupuestos no son del todo ciertos en la práctica.

Un asesor comercial bancario y hasta muchas veces un trabajador que desempeñe las funciones de cajero, cumple las características de cuidador. Además de tener unas formas específicas de acercarse a quienes atiende, tiene también unas prácticas concretas de hacerlo y un sentir que lo motiva (o lo desmotiva) a actuar o no de forma cuidadosa (familiar) con la persona. Es también una labor que es reconocida de forma positiva en muy pocas ocasiones y que es particularmente visibilizada cuando algo sale mal. No hay que olvidar que el salario tampoco refleja una justa remuneración, en relación con las horas exigidas de trabajo y con el hay veces arduo trato con los clientes. Y finalmente, que sin lugar a dudas, el buen desempeño de su trabajo, de una forma afectiva y cuidadosa hace posible un mundo habitable de una forma mejor.

Daniela Hernández Silva