URL del video: http://www.youtube.com/watch?v=z7WACGIKSWk
¿Qué buscamos?
Hacer
crítica sobre cómo la sociedad de consumo de hoy en día crea criterios de
imagen y belleza, los cuales se alcanzan por medio de un tipo de “autocuidado”,
el cual le impone medidas al cuerpo que en muchas ocasiones termina por
hacernos daño.
También
queremos mostrar cómo reproducimos automáticamente estos criterios de belleza y
cómo nos envolvemos en ellos, sin cuestionarlos y culpabilizándonos cuando no
seguimos este ideal. El aceptar estos criterios nos crea una coraza y una
máscara, que naturalizamos como propia, la cual es difícil de mantener y cargar
en nuestro día a día.
Pero en la
medida que nos concientizamos de manera colectiva, junto a nuestros amigos,
compañeros, etc., y visibilizamos estas ataduras que nos hemos y que nos han
puesto, empezamos a destruir este mito de la belleza.
¿Qué hicimos?
La idea del
proyecto fue usar el epicentro de moda de Bogotá, lugar donde el ideal de
belleza se reproduce de manera muy notoria, como escenario para envolvernos en
plástico y escribirnos palabras que hacen referencia a esta construcción social
de belleza. Al caminar por este lugar, representamos lo difícil que es caminar
en la cotidianidad y en la vida con esta carga. Finalmente, nos desenvolvemos
mutuamente, como símbolo de ruptura de la máscara impuesta y como símbolo de
reconocimiento conjunto que somos mucho más que eso.
Reflexiones personales al final del ejercicio:
·
“Realmente
uno no sabe en qué tantas capas está envuelto; uno está hecho de historias
sobre buenas y malas experiencias, y hay muchas que uno no reconoce.
Escribirlas es verlas y aceptarlas, parte del proceso es dejar ir y fluir. Hoy
soy y me acepto”.
·
“La
sensación después de retirar el plástico con las palabras fue de libertad, de
sentirme quien soy, de tomar mi verdadera forma y de salirme del molde que me
impone la sociedad”.
Pero en cierta medida todos tenemos en nuestra "verdadera" forma, corporalidades que son marcadas por la sociedad sino no podríamos caber en ella. Si bien cuando dices "verdadera" no asumimos una corporalidad ideal o un modelo idéntico de la misma, si tomamos partes de esos modelos de corporalidades o partes de esos criterios, para formar así nuestra propio "molde" pero que no es "original" sinoq ue está mediado por las relaciones que establecemos con el mundo. Entonces creo que finalmente esa "verdadera forma" es aquella con la cual nos sentimos a gusto, con la cual no sufrimos (tanto el cuerpo como la mente) pero entonces surgen otras cuestiones como ¿si me siento a gusto con la patrones de belleza y cuidado que son en sí dolorosos o tortuosos tanto física, espiritual y mentalmente, son estas las "verdaderas formas"? Claro que todo el proceso de sentirse bien consigo mismo debe pasar por otro de auto crítica sobre lo que hago, por qué y para qué lo hago.
ResponderEliminarEn todo caso me parece importante señalar o agregar que nuestras "verdaderas formas" tienen componentes de esas corporalidades socialmente impuestas.
Si es muy cierto Jissel lo que dices, siempre estaremos interpelados por la sociedad... por las interacciones con otras personas, cosas y lugares. Las interacciones nos hacen a nuestra corporalidad si. Pero también somos cada uno de nosotros las que las vivimos. Cada una de nosotras es la que vive el cuerpo y sabe como se siente; en este contexto muchas veces nos construimos y nos construyen un cuerpo que "no se siente" como propio... Unos patrones de belleza, una moda por ejemplo, que lo que hace enfermar al cuerpo, hacerlo sufrir... Siento que esa "verdadera forma", tiene que ver más con atreverse a oirse a uno mismo, a su cuerpo, especialmente a su corazón y poder ser y actuar de acuerdo a lo que uno sienta de verdad... En esa medida (y también a propósito de la lectura de Wolf) no importa como uno quiera ser o que moda estar, con tacones o sin, descalzo o con tennis... siempre y cuando uno esté atento y conciente, que lo que uno hace es porque uno siente que debe ser así y porque no otros y otras, lo quieren así, llendo en contra de uno mismo y generando violencia, la cual empieza en uno y se extiende a la sociedad.... Yo diría que más de "auto-criticarnos", deberíamos primero que todo "auto aceptarnos"... y eso yo siento que incluiría no solo "pensar" y "analizar" nuestro cuerpo, sino "sentirlo" y dejarlo ser... Igual si! Es si que es todo un entrenamiento en la sociedad en la que estamos!!
EliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo Laura H.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar;)
ResponderEliminar