lunes, 12 de agosto de 2013

Marcaciones raciales en los trabajos de cuidado. Daniel Ortiz Gallego

Es un punto común hablar de los trabajos de cuidado en el campo laboral, como trabajos feminizados y su precarización a partir de ello. Sin embargo, también resultaría interesante ver como ciertas representaciones colectivas que tienen su base en una “división racial” del trabajo, pueden también ayudarnos a explorar otras dimensiones en las que los trabajos del cuidado se precarizan y se naturalizan para ciertas personas.
En este sentido, me pareció interesante encontrarme con este mapa que apareció en la revista Semana  de las representaciones colectivas, o los estereotipos, que tienen los estadounidenses frente a las demás regiones del mundo. Como señalo en el círculo negro, toda la región de centro américa aparece según el mapa como la tierra de los que se dedican a las labores de “house keeping”.De seguro esta es una generalización abusiva y un prejuicio chocante para los latinoamericanos en general, pero el prejuicio  como representación colectiva debe ser explicado desde las estructuras sociales sobre los que este se fundamenta. En este sentido, debemos señalar que es una realidad socio económicamente estructurada, que a los migrantes latinoamericanos en Estados Unidos tengan los trabajos más precarizados, y para muchas mujeres latinas termina siendo los trabajos asalariados de cuidado en la esfera doméstica  una de las pocas posibilidades laborales. Muchas de estas mujeres latinas migrantes terminan entonces sosteniendo la posibilidad de autonomía de algunos ciudadanos estadounidenses, al liberarlos por bajos salarios, de la agotadora actividad diaria de los trabajos de limpieza en el hogar; incluso podríamos decir que parte del ideal emancipatorio de las mujeres del norte, de la realización como persona en la esfera laboral ,por ejemplo, es posible en la medida que haya otras mujeres subalternas que se ocupen de las tareas que tradicionalmente les eran asignadas: limpieza del hogar y en parte crianza de los hijos.
Siguiendo esta idea, no es arbitrario la formación de los prejuicios que tienen los estadounidenses frente a Centro América como la tierra de los “house keeping”, en varios sentidos hay relaciones cotidianas y práctica de los estadounidenses con los latinos, que son la base en la que  se cimientan estos prejuicios, prejuicios que se reproducen así mismo en los medios de comunicación. Lo que resulta de todo esto es que se empieza a hacer una relación casi mecánica y naturalizada de los trabajos de cuidado domestico con ciertas marcaciones raciales, y de esta forma no se cuestiona el hecho (que se objetiva desde la división del trabajo), y casi que se justifica, que los trabajos subalternizados sean desempeñados por mujeres latinas, y que finalmente Centroamérica exista desde las representaciones colectivas como la tierra de los “house keepers”.


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