lunes, 23 de septiembre de 2013

A cuidadosa velocidad...

Para este ultimo espacio de construcción de ideas, como lo ha venido sido para mi este blog, quisiera hacer una reflexión sobre nuestra clase de Antropología de los cuidados.



La presento como un espacio de cuidado porque de una u otra forma, se convirtió en un espacio de dialogo, de re-conocimiento, una reapertura a un conocimiento absolutamente naturalizado e igualmente indispensable, para mi, esta clase se transformó en una enorme ventana en tanto me ofreció una perspectiva no solo literaria y academista, más bien una perspectiva absolutamente novedosa para la acción política, a diferencia de mi "antigua" perspectiva, donde pensaba que las acciones contundentes que podían dar cambio a este malestar social significaban grandes empresas que siempre me superaron en idealismos de noches de agitadas conversaciones.

La clase (Tania, mis compañeras/os, las lecturas, los grupos de trabajo, las actividades performativas), como espacio de cuidado en tanto me brindó nuevas herramientas para Pensar y por lo tanto accionar, me enseñó que el cambio,  de una sociedad metamorfoseada como una maquina consumista que fagocita todo lo lento, lo "pobre" para abrir paso a lo inhumano y lo veloz, esta en nosotros mismos.



El espacio de reconocimiento de nuestro tiempo, de nuestra velocidad, de nuestro cuerpo político como territorio, de nuestra humanidad y de nuestra necesidad por ser cuidados, me hace reflexionar en la posibilidad reparadora que hay dentro de cada uno de nosotros para con los demás. Sí decidiéramos hacer del conocimiento que recibimos y que construimos todos en clase, un lugar de dialogo dispuesto para la reproducción virulenta, el cuidado sería un escenario re-cultivado y reparador de las relaciones interpersonales que a diario nos condicionan y nos llevan a tener una actitud frente al día a día al que nos enfrentamos, muchas veces acondicionada por una agresividad fuera de nosotros que nos hace tener reacciones ó sensaciones hostiles (transmilenio, por ejemplo, la cuidad y el ritmo acelerado que codifica, a propósito de la case de hoy). Cada vez que he hablado con mi madre, con mi pareja y con mis amigas sobre este seminario y las actividades que hemos realizado, siento que he abierto una pequeña ventana donde El cuidado ha sido re-significado por ellos. Igualmente me quiero  posicionar de manera más intima desde el momento en el que me doy cuenta, que ser madre esta expuesto socialmente en relación a la frustración, a la negación de la divina libertad, de la precocidad, pero sin embargo leo mi maternidad en clave del cuidado en tanto pienso en la formación de mi hijo fuera de hábitos de pensamiento patriarcales y en relación de respeto y cuidado del genero (entre otras relaciones), que seguramente responderán con el tiempo a un acto de reparación  con lo femenino.


El aprendizaje de la lentitud. Pere Joan



A cuidadosa velocidad....esta clase se dicto con rapidez, a un acelerado ritmo de trabajo y constancia, en momentos un poco asfixiante y donde se reprodujo de una u otra forma la rapidez que caracteriza nuestro globalizado mundo, donde prima la inmediatez y la información viene y se va de manera fugaz, sin embargo cada reflexión a la que nos entregamos fue sustancial, fue un lugar de pensamiento y acción que fuera de irse rápido como la sociedad nos enseña que debemos ir, vino a cuidarnos para poder  transgredir en nuestros propios hábitos, en nuestras más intimas relaciones, en nuestro día a día. 

Por ultimo quiero hablar de nuestra clase como lugar de cuidado, porque por lo menos para mi, significo el re-conocerme con los compañeros, de compartir alimentos (Yissel siempre me comparte algo de comer y me salva un poco del hambre que por lo general llevo), compartir experiencias y sentimientos que en su momento funcionaron como lazos de solidaridad para entender que no estamos tan solos en nuestras experiencias.   

Así que gracias a todas/os por compartir. 

1 comentario:

  1. Me encanta el comentario de Melissa, en el nos muestra cómo pudimos poner en práctica mucho de los contenidos del curso, cosa que usualmente no hacemos en la carrera (al menos en los espacios destinados para la adquisición de conocimiento, es decir en los mismos salones). Así mientras practicábamos ejercicios en torno al cuidado, nos íbamos nutriendo de literatura que aclaraba mucho el panorama, o al menos nos mostraba la cosa desde una perspectiva académica y teórica.

    Si, este curso tuvo algo de especial y es que la relación con los demás compañeros fue en cierta manera más cálida ( claro con unos más que otros) de hecho con la misma Tania (la relación que entablamos con ella fue de un modo más natural y abierto). A mí me gusta cuidar de los demás y este curso fue muy placentero y gratificante.... Me encanta cocinar y hacer esas cosas tradicionalmente pensadas y asociadas con el cuidado porque es una forma específica de entregar tu amor a otras personas, es en cierta forma querer.

    Lastimosamente como dice Melissa la premura está presente en nuestras actividades diarias y el curso no escapó a ello, bueno fuera abrir espacios de este tipo para generar comodidades amorosas en medio de un mundo veloz que elimina en su velocidad las cosas sustancialmente bellas de la vida. (depende de cómo se mire y cómo se perciba cada espacio, no es sólo una cuestión de lugar y tiempo en sí.

    ResponderEliminar