miércoles, 11 de septiembre de 2013

Con las manos en la masa.

9 de Septiembre: 
En esta clase, tuvimos un acercamiento a un trabajo de cuidado diferente al que trabajamos en las sesiones anteriores. Esta vez, nos acercamos al cuidado de lo "no-humano", por medio de una participacion en la huerta ubicada en la terraza del edificio de Ciencias Sociales de la universidad, construida por el grupo estudiantil Semilleros.

Al llegar a la terraza, Valeria y Miguel, estudiantes de la facultad nos explicaron brevemente en qué consistía el proyecto de cultivo que estaban construyendo desde hace ya unos años en este lugar,y nos contó sobre las luchas que se han tenido con los directivos de la universidad para que les permitan llevar esto a cabo. Luego, nos hicieron un recorrido por las plantaciones que tienen alli, nos explicaron que cuando iniciaron el proyecto, no tenían mucho conocimiento acerca de los requerimientos de una siembra, pero que a partir de la experiencia y de la ayuda de otras personas han logrado mejorar ciertas técnicas que ayudan al crecimiento de estas plantas. Nos contaron que se basan en la aelopatía para hacer la siembra y también nos explicaron como se hace el abono casero con el fin de reducir los costos y los elementos quimicos usados en la siembra. 

En cuanto a las semillas usadas, nos dimos cuenta lo importante que son las redes de confianza que se crean entre estos grupos a nivel nacional e internacional, especialmente en latinoamérica, para el intercambio de semillas, pues sin esto, no lograrían conseguir ciertas especies de plantas y además, no lograrían recuperar las semillas nativas, el cual es uno de sus objetivos.


(Semillas de Remolacha obsequiadas por Valeria)

Luego del recorrido, iniciamos la primera actividad la cual consistía en tomar un recipiente, para el cual yo tomé un trozo de tronco que fue reciclado por los miembros del grupo, los decoramos y bajo las instrucciones de Valeria y Miguel, agregamos tierra con cáscara de arroz a nuestros recipientes, para luego colocar semillas de diferentes tipos tales como ají, cilantro, remolacha, etc.



Nuestra siguiente actividad consistió en hacer bombas de semillas. El proceso es muy sencillo. En la siguiente página se encuentra un video y cierta documentación sobre un grupo que bombardea semillas en algunos parques: http://bombasdesemillas.blogspot.com/2012/11/pasos-para-hacer-bombas-de-semillas.html

Solo se necesita tomar:
-1 parte de arcilla 
-8 partes de tierra
-Uno o dos vasos de agua.
-Cantidad grande de semillas.

Los ingredientes se mezclan para hacer una masa similar a la de un Brownie. 



Y luego se empiezan a hacer formas circulares con el producto.


Nos repartimos las bombas y nos comprometimos a bombardear algún espacio.





Para finalizar, se preparó aromática de la yerbabuena que cultivaron nuestros compañeros mientras hicimos una pequeña reflexión acerca de nuestra experiencia. Se agradeció a Valeria, a Victoria y a Miguel por permitirnos compartir su proyecto y se les hizo saber que todo el trabajo que ellos hacen, que está inmerso en los cultivos fue reconocido, dejandonos una "semilla" de conciencia en nuestro interior.



Al finalizar la actividad, el agotamiento, a pesar de que solo pasamos allí 3 horas, fue notorio. El sol, el sumergir las manos en tierra, el conocer acerca del proceso que se debe llevar a cabo para que estas plantas crezcan fue un abrir de ojos para todos, nos permitió concientirzarnos acerca de lo que verdaderamente implica el trabajo de cuidado de estas plantas. Y como afirma Katie Rienz, un "cambio en la conciencia" es un paso necesario para generar cambios en nuestro alrededor y de esta manera generar un ambiente que nos facilite el sostenimiento de la vida humana (Rienz, 2003), por lo cual este ejercicio fue muy productivo para todos.

También es importante denotar que este trabajo es un trabajo no remunerado (Molinier, 2011), lo que implica que la cantidad de tiempo y el esfuerzo que estos estudiantes dedican a esta labor no están siendo reconocidos de la manera que deberían. Le pregunté a muchos de mis compañeros de la misma facultad si conocían acerca del proyecto que se estaba llevando a cabo en el edificio que frecuentan al menos una vez por semana y la respuesta fue negativa por parte de todos. 

A pesar de que esta labor implica una lucha académica y un arduo esfuerzo físico, está completamente invisibilizado dentro del ámbito estudiantil, aunque ocurre lo contrario con respecto a los funcionarios de la universidad, quienes informan a los estudiantes del proyecto cuando ven materiales disponibles dentro de las instalaciones, quienes les dan consejos acerca de las plantaciones y quienes están al pendiente de lo que ocurre con la siembra, lo cual es un paso muy importante a esa "concientización colectiva" que es necesaria para romper con los esquemas que nos oprimen (Wolf, 2002).

Esta forma de siembra urbana se puede ver, igualmente, como una resistencia  ante el sistema de producción capitalista, que no busca la mejor calidad de los alimentos, sino la mayor eficacia en los sistemas de cultivo en cuanto a cantidad, como lo son los cultivos transgenicos que están reemplazando las siembras orgánicas. Un ejemplo de estos cultivos son los de maiz transgenico, los cuales son cancerígenos según estudios realizados en animales: http://www.larepublica.pe/23-09-2012/ratas-alimentadas-con-maiz-transgenico-sufren-cancer-y-mueren-antes-segun-estudio

Los estudiantes pertenecientes al proyecto han impulsado plantaciones que logran desplazar los cultivos de maiz transgénico. Esto evidencia en gran medida el trabajo que hacen estos estudiantes, más allá del cuidado con lo no-humano, sino de manera directa con nosotros mismos, pues están creando conciencia acerca de lo que implica permanecer dentro del sistema de producción capitalista y porque están evitando que se expanda este sistema aún más, al igual que se busca hacerlo con la permacultura, la cual busca "crear habitats humanos sostenibles por medio de la reproducción de esquemas de la naturaleza" (Puig de la Bellacasa, 2010), con el fin de mejorar nuestras condiciones de vida por medio del mejoramiento de nuestro ambiente.

Y finalmente, es importante mencionar que aparte del trabajo físico y del esfuerzo que este proyecto ha requerido, la dimensión afectiva juega un papel muy importante ya que "por medio de los cultivos, desarrollamos una relación intima con nuestro medio ambiente" (Puig de la Bellacasa, 2010), lo que genera una sensación de bienestar física después de tener contacto con los cultivos, por lo tanto no solo nos beneficia con adquirir conocimiento, sino que este contacto con lo no-humano nos cuida "física, mental y emocionalmente".(Puig de la Bellacasa, 2010)

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Bibliografia

  • Rienz, K. (2003). Like a Phoenix from the Fire: Cultivating Hope at Earth Activist Training.Hopedance, 39. Retrieved from http://www.earthactivisttraining.org/katierenz.html


  • Molinier, P. (2011). Antes que todo el cuidado es un trabajo. In L. G. Arango Gaviria & P. Molinier (Eds.), El trabajo y la ética del cuidado (La Carreta., pp. 45–64). Medellín.


  • Wolf, N. (2002a). The Beauty Myth. In The Beauty Myth (Harper Col., pp. 9–19). New York, NY.
  • Puig de la Bellacasa, M. (2010). Ethical doings in naturecultures. Ethics, Place & Environment, 13(2), 151–169. doi:10.1080/1366879100377883
  • Puleo, A. (2011). Protagonistas de un nuevo mundo. In Ecofeminismo para otro mundo posible (Ediciones., pp. 267–315). Madrid, España.




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