lunes, 2 de septiembre de 2013

"Que seamos todos felices"




Son 15 minutos de video que en mi opinión, vale la pena ver. Desde que comenzó el seminario constantemente intento pensar en términos del cuidado, trato de verlo o no verlo en personas, oficios, labores y demás. He pensado y pensado en qué puede dar cuenta del cuidado y especialmente para este ejercicio he querido encontrar un ejemplo que represente lo que pienso sobre el cuidado. Pasaron por mi cabeza muchas cosas, ejemplos de todo tipo, de vendedores, agricultores, hasta de escuelas musicales para niños, pero sólo al darme cuenta que estos ejemplos no me satisfacían por completo entendí qué era lo que realmente quería mostrar.

Entonces, recordé este video, este simple acto de un joven llamado Emilio Aparicio. Un acto que no es más que un hacer, que no es ni un oficio ni un trabajo asalariado. Un acto que no fue siquiera remunerado de forma precaria por el sistema capitalista. Fue un acto que de no haber sido por la cámara que lo grabó y por las pocas personas que estuvieron presentes, hubiera quedado en el anonimato global. Pero fue un acto increíblemente significativo para una persona, para Andrea Chaparro.

Emilio Aparicio tomó una decisión, una decisión personal pero con implicaciones que involucraban a  los demás. Decidió dejar de ver a los habitantes de la calle como monstruos, como de otro planeta y creo que intentó a través de un acto sencillo –cantar una canción de cumpleaños con nombre propio- devolverle la humanidad a Andrea Chaparro, esa humanidad que poco a poco le fueron quitando las miradas no dirigidas, los pasos rápidos junto a ella y el rechazo continuo, que si todavía la hacían sentir que existía, probablemente ya no como una mujer normal, pues los tratos muchas veces no corresponden ni siquiera a los de un ser humano.

Para ahondar un poco más en lo que quiero mostrar con este ejemplo me permito contar una historia. Trata de dos niños que caminaban por una playa, de arena suave y cálida. De repente, vieron a lo lejos un montón de pequeñas figuras oscuras al lado del mar, así que corrieron para ver de qué se trataba, y al llegar vieron innumerables estrellas de mar sobre la arena (tantas como las que se pueden ver en el cielo en una noche estrellada) que por circunstancias desconocidas habían llegado lejos del agua y que su regreso a ella se veía lejano e imposible, asegurando la futura muerte de cada una de ellas. Sin embargo, uno de los niños velozmente cogió una por una y comenzó a lanzarlas nuevamente al agua, mientras su incrédulo compañero lo miraba, hasta que lo interrumpió y le dijo: “¿Qué haces? Nunca vas a lograr salvarlas a todas”, a lo que él respondió: “Puede que para todas, una no signifique nada, pero para cada una que se salve, lo significa todo”.

Mi ejemplo da cuenta de esta historia. Tratamos de pensar el cuidado sobre las bases de contribuciones a la sostenibilidad de la vida a grandes acciones, a campañas internacionales o de gran cobertura, a oficios realizados por cientos de personas, y claro está, dichas labores de cuidado aportan muchísimo, pero nos alejan de una realidad, y es de la capacidad que tenemos nosotros, como habitantes de esta sociedad de tomar decisiones que transformen la realidad, aunque sea la de otro ser humano. Son decisiones personales, que no pertenecen a oficios específicos, que tienen una sobrecarga afectiva, que encuentran su remuneración en los efectos producidos en la otra persona, y por qué no, en uno mismo, y que definitivamente hacen del mundo un lugar más habitable. Tratar a los demás con cuidado, tomar la decisión de mirar a los ojos a un habitante de calle, de propiciarles contacto físico y tratarlos como lo que son, otros seres humanos, eso es ejercer una acción reparadora en la cotidianidad, eso es dislocar la forma en que entendemos el mundo y sus relaciones, y crear nuevas formas de acercarse a los demás, dándonos cuenta que en últimas, el cuidado y la reparación es mutua.

5 comentarios:

  1. Creo que en este ejemplo se ve perfectamente claro como actua la reparación de un concepto como un trabajo de cuidado, como es este que se tiene sobre los habitantes de la calle
    A través del trabajo que hace Emilio, les devuelve a estos hombres y mujeres una calidad humana que ha sido arrebatada de ellos por la sociedad.

    Andrea, esta habitante de la calle, fue sujeto de cuidado por parte de Emilio y se muestra también como ella depende del cuidado de otra persona para poder reivindicarse a si misma.

    Y Emilio, al crear vínculos afectivos y verse inmerso en esta realidad que lo ha tocado profundamente, tambien ha sido un sujeto de cuidado puesto que ha logrado un crecimiento personal y profesional enorme a partir de este trabajo, tal como él lo afirma.

    Encontré la página que fotografías que el toma a habitantes de la calle: http://aparicioemiliophoto.wix.com/graphy#!habitantes-de-calle y debo decir que admiro la capacidad de Emilio de captar la humanidad de estar personas y reivindicarlas bajo otros conceptos.

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  2. Este ejemplo del cuidado me hizo pensar en un concepto como lo es la ética del cuidado en la medida en que “lejos de desembocar en un relativismo moral, la ética del cuidado permite de modo inédito asuntos cruciales para las democracias, como el cuidado y la preocupación por los otros” (Arango y Moliner, 2011; 16) vi como la preocupación por Andrea devela en el fondo esa apuesta política del “cuidador” de Emilio, en donde su labor esta un tanto “emancipada” por la sociedad, algo que se ve claramente cuando pide ayuda para cantar el cumpleaños a esta señora y por unos minutos es ignorado… Al igual que deja ver entre líneas a esta iniciativa como algo que está lleno de afectos, en donde hay un juego de representaciones, y lo digo, en el sentido en que como decía Emilio en algún momento, llegó a ver en una de sus primeras fotos de un indigente rasgos parecidos a los de él. Es entender que a menudo en estas relaciones hay un momento quizá, en donde me reconozco o identifico en el “otro” por medio de la alteridad o diferencia, “de ese algo que no soy, o creo no ser.” Es un ejercicio en donde se logra discernir desde dentro, en ver cómo pensar un tema para capturar imágenes me hace pensarme diferente y de este modo lograr trascender o trasgredir una realidad, ¿cómo? motivando a más personas a hacer los mismo, o poniéndolas a reflexionar sobre el tema, a partir de un ejercicio que logra desestabilizar un orden social.; logra romper con esa forma de ver al “habitante de calle” como algo invisible y hasta ignorado o despreciable, para verlo desde algo que es cotidiano y habitual en los seres humanos, como cumplir años.

    Hay que ver cómo esto sucede en un marco de una sociedad en la cual se necesita mucho de cuidar, de cuidar bien, siendo cuidadoso, en donde, como dice Arango (2011), hay ciudadanos y ciudadanas que tienen derecho a ser cuidados cuando lo necesiten de manera equitativa y feliz. Esto es justamente lo que hace Emilio, cuida desde el “reparo” a Andrea, siendo equitativo con una persona “de la calle” celebrándole el cumpleaños como a cualquier otra persona y de igual modo haciéndola feliz.

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  3. Pienso que este video logra mostrar como el cuidado teje lazos de interdependencia en donde todos necesitamos de todos, sin importar nuestras condiciones, en donde hay interrelaciones y de este modo mostrar que “lo afectivo es lo efectivo”. Pero más aún creo que es importante destacar que esto se realiza bajo un marco social que está muy atado a una perspectiva de lo que llega a significar un indigente como lo decía antes, el indigente genera en la gente una mirada de rechazo en muchos casos, y a la hora de ver este tipo de actos como el de Emilio con Andrea se ve que el cuidado también actúa bajo unos marcos racionales y que en todo momento tiene que lidiar con ellos.
    Por esto no estoy en desacuerdo con esta afirmación que hace Daniela:
    “Un acto que no es más que un hacer, que no es ni un oficio ni un trabajo asalariado.”
    puede que si sea solo un acto, pero está bajo unas lógicas en donde este joven tiene que pensar en algo para desarrollar un proyecto profesional y de vida, sin duda alguna es un acto que mueve sentimientos y que se hace con intenciones buenas y de ayuda pero, viéndolo desde un punto más crítico, pienso que las lógicas del capital no solo actúan en tanto que no hay remuneración por lo que se hace, sino que va mas allá, en el sentido en que justo esos lazos de interdependencia me hacen cuidar y a la vez ser cuidado sin que sea evidente; con esto quiero decir que Emilio cuidó a Andrea desde lo que es reparar humanamente a alguien, pero Andrea también aportó y cuidó de Emilio porque su presencia, y amistad o el hecho que fueran conocidos hace algún tiempo hizo que Emilio hiciera su video, su profesión como fotógrafo y tal vez la conciencia o sensibilidad en la gente que no imaginó. O sea que de cierto modo y quizá con ojos algo “negativos” puede que si sea más que un acto y que si se haga desde una profesión, que es el hecho de ser fotógrafo en un país como Colombia y el significado bueno o malo que puede tener lo que es la vida de un habitante de calle y como hay una relación entre ellos y una profesión o proyecto de vida. No cabe duda de los buenos sentimientos y de la intención pero pienso que desde un marco social, económico y político hay una apuesta y algo que hace que Emilio actué de tal forma al igual que Andrea pero que a la vez lo que en este caso está en el centro es un acto reparador de cuidado que devela formas de hacer, sentir y pensar frente a los otros y porque no, de uno mismo para mantener la vida.





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  4. Realmente fue muy grato encontrarme con tu ejemplo. Me trae a la cabeza una frase de una autora que hemos abordado en el curso. Según Alicia H. Puleo el componente afectivo es más firme que el ideológico. Justo eso es lo que puedo ver a través de tu ejemplo. Aunque en este ejemplo, como en la vida, los afectos y lo personal se vuelven políticos, y lo político puede que se convierta en ideología con el tiempo. Así le pasa a Emilio Aparicio, una motivación personal, un descontento con su realidad lo volcán a ir a conectarse – por las contingencias de la vida- con habitantes de la calle. Con la pasión con la que desarrolla su trabajo y el vínculo afectivo que crea con las personas que conoce, va haciendo que su motivación personal se convierta en su proyecto político, en un proyecto de cuidado y sensibilidad consigo mismo y con los otros.
    En tu ejemplo tocas un punto que he venido cuestionándome desde hace un tiempo, a propósito del seminario de cuidado, ¿Cómo extraer el trabajo del cuidado de la relación capital-trabajo asalariado? ¿Cómo rescatar la dimensión reparadora del cuidado en una sociedad que entiende al hombre como un “homo-economicus” y toma en cuenta sus necesidades y afectos a través del consumo y el mercado? A mi modo de ver ejemplos como el tuyo son una clave porque no hablan de un cuidado que es invisibilizado, precarizado o feminizado, como hemos visto en gran medida con la perspectiva feminista. Con esto no niego la importancia que ha tenido la crítica feminista a propósito del cuidado, poniendo de presente la relación desigual y la dominación entre hombres y mujeres dentro de la división sexual del trabajo, cosa que ha ayudado a descentrar, cuestionar y desestabilizar el orden social. Me pregunto ¿Cómo sería dejar de ver el cuidado en clave de precarización o feminización del mismo?
    Creo que ejemplos como el que planteas nos permiten encontrar nuevas lecturas de las manifestaciones de cuidado en las sociedades contemporáneas. Sugiero que uno de los problemas es que el sistema capitalista da por sentado las prácticas sustentadores de vida, prácticas asociadas al cuidado. Esto no quiere decir que no las reconozca, de hecho privilegia algunas de estas prácticas cuidadosas. Las visibiliza porque se sirve de estas. Temas como la agro-ecología, el cuidado por la tierra, las políticas dirigidas a una sostenibilidad humana, social y ecológica están en auge porque ahora al capitalismo le interesa que preservemos el mundo que él mismo ayudo a destruir a punta de industrialización y contaminación. No en vano ahora hasta las películas para niños como lo veíamos con el ejemplo de Camila enseñan a preservar el medio ambiente.
    Volviendo al ejemplo que me convoca a escribir este comentario, debo resaltar que propuestas como las de Emilio nos permiten ver la otra cara de los trabajos de cuidado, resaltando la dimensión interdependiente del cuidado: ayudando a los demás nos ayudamos, cuidando de los demás cuidamos de nosotros mismos. Aquí resalto el potencial revolucionario del cuidado, la huelga de los cuidados como práctica cotidiana plantado por las precarias a la deriva. El cuidado en este caso, implica una doble identificación; de un nosotros con relación a un otro (humano o no humano). En este sentido, considero que si queremos una sociedad con la lógica del beneficio, “no basta la razón instrumental construida a partir de la exclusión de la afectividad”(Alicia H. Puleo, Ecofeminismo: para otro mundo posible).

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  5. Me sentí muy identificada con tu ejemplo ya que una de las cosas más gratas que tengo en mi vida es ser voluntaria desde hace ya más de ocho años. En todos los ejemplos que hemos dado o que por lo general buscamos para dar sustento a la clase es muy complejo dar cuenta de algo que se haga sin la necesidad de retribución o de que el trabajo que se esté haciendo de cuidado de alguna u otra forma sea precarizado.
    Creo que como antropólogos y en general en las ciencias sociales, se busca dar cuenta de los aspectos más negativos de la sociedad para así poder hacer críticas frente a los temas y abordarlos desde una perspectiva completamente distinta; y creo que la forma como abordas el ejemplo cambias la aproximación se han ido dando los ejemplos no solo del blog sino en la clase, y por lo tanto cambias esa perspectiva de lo que como científicos sociales hacemos.
    Desde que empezó el curso también me he preguntado sobre esas formas de cuidado que trascienden el modelo capitalista y consumista o sencillamente precarizado y he pensado que el cuidado se puede pensar más allá y se puede ver desde perspectivas más optimistas que nos lleven a pensarnos el cuidado desde otros puntos de vista menos críticos y tal vez más humanos.

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