A pesar que estas compañías de seguro surgieron
desde mediados del siglo XVII, es en nuestros días cuando estas empresas
han cogido mayor fuerza y se han posicionado con vehemencia en el mercado. Aquello que ha permitido que se instaure
esa sociedad del riesgo en la que funcionan estas compañías es gracias a
que nos encontramos bajo una esta crisis del cuidado compuesta por cuatro elementos
que repercuten directa o indirectamente en la vida de las personas. Estos elementos han sido identificados por Las
Precarias a la deriva, en su texto de
Una huelga de mucho cuidado (cuatro hipiteis) (2005):
a) el paso del
Estado del bienestar a la
"gestión del riesgo" en manos de un "tercer sector" en expansión,
donde el trabajo concreto lo realizan fundamentalmente mujeres (y algunos
hombres) "voluntarias" y/o contratadas eventuales y precarias,
sometidas a fuertes niveles de tensión y responsabilidad. B) externalización
del hogar. C) el tercer elemento lo constituye la falta de tiempo,
recursos, reconocimiento y deseo para hacerse cargo del trabajo de cuidados
no remunerado. D) la crisis (y destrucción) de los barrios obreros y de su
fuerte sentido de comunidad ha dado paso a un proceso de privatización de
los espacios públicos.
En el primer elemento, considero que ese tercer sector no esta compensado únicamente con el trabajo precario o voluntario. Las grandes aseguradoras se han beneficiado de la noción del riesgo que ronda por la sociedad al perderse los vínculos e interdependencias que no se rijan bajo la lógica del mercado, pues de esas quedan muy pocas en esta sociedad.
Mas que cuidado, lo que venden estas aseguradoras es expuesto como protección individual ante un futuro incierto, lleno de incertidumbres y soledades.
Las compañías de seguros han sido una de las formas de amortiguar esa crisis del cuidado, sin embargo para acceder a sus beneficios debe contarse con cierto capital económico al cual no todos tenemos acceso .
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario