miércoles, 11 de septiembre de 2013

El lunes 9 de septiembre, en horas de la tarde,  estuvimos (los compañeros de clase y la profesora Tania) en la Terraza de la facultad, visitando una iniciativa de agroecologia urbana liderada por algunos compañeros de antropología y otras carreras. Los encargados de recibirnos fueron Valeria y Miguel (luego se uniría Victoria) que a mi parecer son (junto con Daniel escobar y Katherin Floréz) los que más le meten el hombro a  trabajar en la terraza. Ellos nos recibieron con mucho agrado y disposición, nos invitaron a "ensuciarnos las manos" y a crear vida , mediante la siembra de algunas semillas; algunos deicidieron dejar la siembra allí en la terraza, y otros como yo decidimos llevarnos nuestras futuras maticas.

Pero la intención de esta visita fue a propósito del curso, es decir la posibilidad de que viéramos espacios de cuidado poco comunes para nosotros ( bueno al menos para una gran parte del curso que expreso no tener idea de siembra con materiales reciclables y manejos ecológicos) y que quizás algunas de sus labores las consideramos como de cuidado pero no todo el proceso, sólo aquello que se percibe a primera vista. Es necesario conocer a las personas que se  relacionan con "la tierra" en este espacio, para entender el por qué de nuestra visita.

Si somos detallistas, minuciosos y curiosos, tan sólo al llegar allí nos debieron haber surgido preguntas acerca del cómo.La verdad uno comienza a crear una ruta, espacio, momentos y personas necesarias para que estén allí todos los materiales que vimos; el montón de bultos de tierra, las materotas (las grandotas y las rectangulares, las botellas, las chazas de madera, la guadua, la llanta, la mesa, el locker grande, las mangueras , las pinturas (como mencionaba una de las Danielas) en fin. Y por otra parte la cantidad de trabajo necesario para que las maticas estuvieran verdes, bonitas, con frutos y flores, y uno se hace a la idea del esfuerzo hecho para lograr mantener viva la terraza como una gran huerta.

Pues  mediante las palabras que nos compartieron Valeria, Migue y Vicky pudimos tener un acercamiento a la forma en cómo ese cómo se da,o mejor dicho en cómo se mantiene la terraza y como se consiguen todos los materiales y herramientas necesarios para poder sostenerla siempre viva. Estas situaciones que nos comentaban, para mí fue como si nos estuvieran hablando de por qué y cómo la terraza es un lugar construido mediante labores de cuidado, y cómo se constituye así en un espacio de cuidado. Hay varias cosas claves en relación con el cuidado que ellos mencionaban mientras nos acompañaban en nuestra siembra y nos enseñaban algunos cuidados prácticos y libres de químicos para mantener vivas y hermosas nuestras futuras plantas.

*Nos comentaba Migue, que el proceso de inicio de la terraza fue un tira y jala entre la institucionalidad y varias de sus estancias y  ellos (los estudiantes que hacen parte de la iniciativa), estaban en pugna intereses de parte de cada actor ; el decano, los estudiantes y  profesores de otras facultades. Lo que se concebía desde la institución era la idea de una terraza productiva en términos económicos, y que favoreciera a la institución misma.Y por parte de los estudiantes, la terraza pero- como decía Migue- productiva en otro nivel en otro sentido; como un espacio diferente para compartir experiencias y para hacer una agroecologia urbana auto sostenible o que fuera de fácil acceso a cualquier persona. En esta situación los estudiantes tuvieron que proveerse de argumentos y formatos "académicos" para defender su idea o postura frente a la creación y funcionalidad de la terraza. Es claro que como los "Nowtopians" (Carlsson, 2010) este grupo de estudiantes buscan abrir paso a alternativas que se encuentren por fuera de la operabilidad o concepción del sistema capitalista. Como nos contaban ellos no cedieron las razones y necesidades sociales de la terraza frente a jugosa financiación para la adecuación de la misma (para que fuera productiva o proveedora de las cafeterías) y además han construido este lugar prácticamente con "las uñas" como lo mencionaba Valeria.

Entonces en la terraza no hay flujos de dinero; ni los están financiando ni ellos generan excedentes como para financiarse; esto me recuerda ala pregunta de muchos cuando dicen " si tú no tienes empleo estable, tus padres no te apoyan y no tienes ingresos fijos extras ¿cómo le haces? y uno se rie y dice: " no lo sé pero aquí estoy". Todo se consigue por el esfuerzo y el trabajo de muchos y muchas que le meten ganas al asunto, insisten con correos, cartas y citas frente a los funcionarios con los que hay que hablar para gestionar una silla, una mesa o las herramientas que se necesitan. A parte de eso trasladan los elementos desde donde estén hasta la terraza, por lo menos hay ascensores (de la bodega que estaba en los estacionamientos o de la bodega de la carrera 47 con calle 7); imaginemonos por un momento lo que es trasladar esas pesadas materas entre tres o dos personas desde otro edificio y subirlas hasta la terraza.

* Otro de los aspectos que mencionaban Valeria y Migue, eran las formas en cómo eran adquiridas las semillas para la siembra. Ellos nos hablaron sobre unas redes entre agricultores y campesinos, que se extienden a todas las personas y colectivos que trabajan con semillas nativas y no manipuladas y que entre ellos hacen encuentros donde se rotan o intercambian éstas semillas; de esa forma es como ellos han logrado conseguir muchas de las semillas que tienen. Aquí hay que mencionar el grado de confianza que tiene que haber entre los participantes de estos encuentros; es decir confiar en que la semilla que te entregan no ha sido manipulada genéticamente, es sana, originaria y que está en buen estado, requiere de la existencia de unos fuertes vínculos y lazos que permitan tener la certeza sobre la procedencia de las semillas. Así las redes de confianza en estos grupos o colectivos que protegen, conservan e intercambian semillas, y a los cuales se vinculan los miembros de la terraza, tienen una fuerza, constancia y comunicación permanente a varios niveles (regional, departamental, nacional e internacional).

*Lo anterior también nos lleva a pensar en la interdependencia que se genera en espacios como la terraza, ya que depende de otros para poder reproducir especies que son difíciles de encontrar en su estado natural o no manipuladas. Pero también hay interdependencia a otros niveles; si los estudiantes no cumplen sus labores (todos) seguramente las plantas morirían de sed, o se quemarían con las heladas o serían estropeadas por el viento, en esa medida la terraza depende del cuidado que cada estudiante le brinda. Tampoco se podría seguir si la universidad decide prohibir el uso del espacio.

*Si vamos a fijarnos en la posición que tienen nuestros compañeros en la universidad, es como la de cualquiera de nosotros; estudiantes. Ninguno tiene una condición jerárquica elevada, ni una posición económica exorbitante, en contraste con lo anterior buscan hacer cosas que otras personas marginalizadas o invisibilizadas socialmente puedan hacer. Para ello utilizan material reciclable y técnicas de manejo de plantas, accesibles a todas las personas sin importar su estrato socioeconómico.

* El trabajo que realizan  compañeros como Migue o Vale, no es remunerado económicamente, y si pensamos que la terraza requiere de un cuidado diario, detenido y detallado, su trabajo vale mucho; pero como no es productivo en términos económicos o no se inserta en la forma en como opera el sistema capitalista simplemente ese esfuerzo continuo y constante no es remunerado monetariamente.

* Encontramos también en sus formas de pensar una relación de responsabilidad con la tierra, con el medio ambiente y las futuras generaciones.

En esta medida la terraza es un espacio de cuidado donde a través de la relación con la tierra se da un reconocimiento del sí mismo y también del otro, se piensa en las necesidades de los demás, pero también en las de aquello no-humano, la naturaleza. También es un punto de encuentro de otras redes de cuidado y de confianza, así como un espacio diferente para crear y pensar de forma alterna a la escritura y los medios convencionales usados en la academia.
 Me siento muy orgullos ay agradecida del esfuerzo que hacen personas como Vale y Migue para demostrarnos otras posibilidades dentro del ámbito académico y también como otras experiencias y formas de vida.





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